Fue un prelado español, consagrado a obispo en 1936 de la diócesis de Barbastro durante unos meses antes de ser torturado y ejecutado entre los 13 obispos que fueron ejecutados en la Guerra Civil Española, víctimas de la persecución religiosa. Fue proclamado mártir por la Iglesia Católica y Romana en y beatificado en 1997 durante el papado de Juan Pablo II.
El 2 de agosto de 1901 fue nombrado coadjuntor de la iglesia de Villaverde de Medina, en la cual permaneció durante un año y medio. Luego fue trasladado a Valladolid, donde el arzobismo, Jose María Cos y Macho le cofió el 1 de marzo de 1905 la secretaría (capellanía) particular y archivo episcopal , y el 11 de octubre de ese año la mayordomía del palacio episcopal.
Sin abandonar estas funciones continuó sus estudios y obtuvo su doctorado de Teología en la Pontificia Universidad de Valladolid el 29 de agosto de 1906. El Consejo Académico lo propuso como profesor de Metafísica, puesto donde estuvo 1909-1910.
El 30 de Abril de 1910 fue elegido canónigo de la Catedral. El 4 de febrero de 1915 fue designado director ejecutivo de los fondos de la Archidocesis y capellanías y el 3 de Julio de 1918 fue promovido a una canonjía de gracia.
Su labor se multiplicó: fue el confesor del Seminario Conciliar de Valladolid y de las Hermanas Oblatas (1920-1935), del monasterio cisterciense de Las Huelgas (1923-1935) y del Hospital de Esgueva (1930- 1935). En 1925 fue nombrado párroco de la parroquia del capítulo metropolitano de Valladolid. Desde febrero 1932 hasta abril 1935 fue director del Apostolado de la Oración.
Obispo
Como comenta Montero Moreno (1999, op.cit.), su ministerio episcopal como administrador apostólico de Barbastro (una pequeña diócesis del norte de España), no solo fue muy breve (seis meses) sino signado por la violencia extrema. Vio caer en primer término a su vicario general y asistió al arresto de casi todos sus sacerdotes. En esa pequeña diócesis de los Pirineos había a su llegada 131 sacerdotes, de los que 113 fueron asesinados, incluyendo 50 misioneros claretianos, algunos estudiantes de teología, un monasterio entero de 19 benedictinos, y 9 padres escolapios que tenían en esa zona un convento y un colegio.
Su arresto, tortura y muerte
Con la sublevación militar fue arrestado en la residencia episcopal, y encarcelado el 22 de julio de 1936. Al atardecer del día 8 de agosto, fue trasladado a una celda solitaria de la cárcel del Ayuntamiento, en la misma plaza. En los interrogatorios a que fue sometido fue torturado repetidamente, sufriendo la amputación de la bolsa escrotal.En la madrugada del 9 de agosto de 1936 le llevaron, junto con otros doce detenidos, en un "camión de la muerte" al cementerio, donde fue fusilado. Murió al tiempo que bendecía y perdonaba a sus asesinos. Su cadáver fue arrojando a una fosa común. Al terminar la guerra civil, se efectuó un proceso de identificación de los allí enterrados. Florentino Asensio Barroso fue fácilmente identificado por las iniciales que marcaban su ropa interior. Su cuerpo fue hallado incorrupto. Sus restos fueron exhumados y depositados en la cripta ubicada bajo el presbiterio de la Catedral de Santa María de la Asunción de Barbastro Fue declarado mártir de la Iglesia católica y la ceremonia de su beatificación fue presidida por el papa Juan Pablo II el 4 de mayo de 1997. Su festividad se celebra el 9 de agosto. En ocasión de su beatificación, sus reliquias incorruptas fueron trasladadas a la capilla de San Carlos Borromeo en la misma Catedral, y depositadas en un sepulcro nuevo ubicado detrás del altar, donde actualmente se veneran.
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